Asocio los mejillones a los domingos de verano casi automáticamente;
recuerdos de la infancia que ninguna marea es capaz de arrebatar.
Hoy, mi tributo va por él y os dejo este regalo musical, que Franca Masu dedica a su padre.
recuerdos de la infancia que ninguna marea es capaz de arrebatar.
Mi padre ha dedicado su vida a la mar, incluidas las mañanas de los domingos de verano cuando, bien armado con unas gafas de buceo, un tubo, unas aletas, unos guantes, una red a modo de bolsa, ligada a un cinturón y unos plomos, se disponía a cosechar del mar este fruto tan deseado. A mí, me llevaba para quedarme en las rocas, vigilando sus pocos enseres personales: la camiseta, las llaves del coche y una toalla. Evidentemente, lo más importante eran las llaves del coche para poder regresar a casa desde la cala escogida sabiamente por él.
Me recuerdo pequeña, siguiéndole constantemente con la mirada; buscando las burbujas que indicaban dónde estaba y el tubo escupiendo agua de vez en cuando.
Cuando salía, siempre sonriente, se acercaba y me daba un beso, manifiéstamente cansado pero satisfecho. Sus ojos, más verdes que nunca, y su cara marcada por las gafas señalaban el final de la aventura.
Cargados llegábamos a casa y llenábamos el cajón de la fruta del frigorífico de mejillones, siempre destacando lo grandes que eran.
Inmediatamente, una buena olla se llenaba de ellos para cocerlos al vapor, e ir sacándolos uno a uno en su punto de cocción. Aperitivo ideal de verano antes de la paella.
El cajón se iba vaciando a lo largo de la semana para hacer hueco a la próxima remesa dominical.
Hoy, mi tributo va por él y os dejo este regalo musical, que Franca Masu dedica a su padre.
Ingredientes
200 g de agua
1000 g de mejillones limpios
150 g de cebolletas frescas
50 g de aceite de oliva virgen extra
25 g de mantequilla
50 g de harina
1 cucharadita de curry en polvo
600 g de caldo de pescado
Sal
Pimienta
Preparación
1.- Verter el agua en el vaso. Poner los mejillones en el recipiente Varoma, colocarlo en su posición y programar 10 minutos en temperatura Varoma y velocidad 1.
2.- Retirar el recipiente Varoma. Colar el agua del vaso y reservarla.
3.- Sin lavar el vaso, poner las cebolletas (partidas por la mitad) junto con el aceite y trocearlas durante 3 segundos en velocidad 5.
4.- Sofreir durante 15 minutos en temperatura 100º y velocidad 1.
Mientras tanto, separar los mejillones de las valvas y cortarlos en trozos pequeños (con unas tijeras)
5.- Añadir la mantequilla, la harina , el curry, el caldo de pescado y el caldo de los mejillones y programar 9 minutos a 100º en velocidad 3.
6.- Incorporar los mejillones, la sal y la pimienta. Mezclar durante 15 segundos en velocidad 2 y servir.
Me ha conmovido tu relato "Los mejillones son para el verano". Perdona mi invasión pero me apetecía atribuirle un título (tan parecido, por otra parte, a la divina obra de Fernando Fernán Gòmez). Muy bello lo que cuentas.
ResponderEliminarExisten unos referentes que nos remiten inmediatamente a la infancia. Entre ellos están el perfume de "les calvellines", también el de "les nadaletes" y, por supuesto, el aroma y sabor de los mejillones, su diseño,su textura de joya azabache.... Y la figura del mayestático padre en busca de este preciado tesoro...
Ahora elaboraremos la receta. Gracias mil, Anna.
Precioso lo de tu padre, el mío no tenia esas aficiones, el agua la repelía jaaaa, la del mar.... esos recuerdos de infancia esas vivencias que se agolpan con un olor o sabor, me encantan¡¡¡.
ResponderEliminarPersonalmente los mejillones me vuelven loca, voy a probar tu receta porque últimamente solo los como en escabeche. Ademas son tan nutritivos y ricos.
Bsss Anna desde Almeria
Vos he imaginat als dos i m'han brotat llàgrimes dels ulls.
ResponderEliminarBesitos
Gracias Antonio y Lola.
ResponderEliminarMiriam, tal qual ho conto...
Besets
además de rico, queda precioso, así presentado Ana
ResponderEliminarMaravillosa, qué apetecible y qué elegante presentación. Enhorabuena!!!
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