Nunca me había gustado el cabello de ángel.
De pequeña le pedía a mi madre
que me dejara morder las puntita
y comerme solamente la pasta, que era deliciosa.
Me atreví a hacer los "pastissets" como un acto de amor,
puesto que a Pere le encantan y, en un principio, eran sólo para él.
Volví a morder las puntitas, como antaño...
La pasta era deliciosa...
Un poquito más, que si hay un poco de cabello de ángel no pasa nada...
No me di cuenta y me lo había comido todo.
Pam también se atrevió y se apunta al "a ver cuantos hay para cada uno".
http://www.recetario.es/receta/4178/pastissets-de-cabell-dangel.html
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